miércoles, 11 de julio de 2012

Manual de estilo en la red

Nos quejamos con frecuencia del mal uso de nuestra lengua en las redes sociales y no es una queja sin fundamento. Sin embargo, si lo analizamos en profundidad, el problema no está en las redes sociales sino en la deficiente formación lingüística de sus usuarios. Las redes sociales, el correo electrónico y sitios en la red nos han enfrentado de nuevo, cuando ya casi la teníamos olvidada, a la "página en blanco". Desde Fundéu (Fundación del Español Urgente) nos recuerdan que las redes sociales están ayudando a recuperar el interés por la corrección en la escritura. ¿Nos pasa a nosotros lo mismo? Pues debería. Según el director de esta fundación "los usuarios son conscientes de que las faltas de ortografía, la precipitación y la descortesía devalúan sus mensajes". ¿Somos los usuarios dominicanos conscientes de esta devaluación?

La pérdida del valor de lo que comunicamos nos afecta directamente como profesionales y como ciudadanos, en fin, como personas. Si nuestra compañía publica una página electrónica o envía correos a sus clientes, si debemos usar estos medios para comunicarnos con las instituciones públicas o privadas, la lengua escrita nos será imprescindible. Dejemos las quejas a un lado y pongámonos manos a la obra. Empecemos por consultar al manual de estilo para el buen uso del español en la red que ha publicado Fundéu en el sitio www.manualdeestilo.com o revisemos los videos que publica en su canal YouTube. El material está disponible. Nuestra tarea es despertar en los hablantes dominicanos la curiosidad y el interés por mejorar lo que escriben. Saldremos ganando todos.

martes, 3 de julio de 2012

Recuerdos de infancia

Hace unas semanas Diario Libre celebró su undécimo aniversario. El acontecimiento se reseñó con una breve nota en portada en la que llamó mi atención el uso de un adjetivo con sabor añejo. A los que nos gustan las palabras nos suelen pasar estas cosas. Hablaba el artículo del onceno aniversario del diario y fue precisamente la elección del numeral ordinal onceno la que me gustó.

El redactor podría haber elegido undécimo o, tal vez, decimoprimero. Los tres ordinales son sinónimos para expresar que el elemento al que se refieren ocupa el lugar número once en una sucesión, en este caso, de años. Los tres son adjetivos y pueden usarse antepuestos, como en el ejemplo de hoy, o pospuestos al sustantivo al que modifican. Undécimo es la forma etimológica, más frecuente en el uso culto y en la expresión cuidada. Decimoprimero y su forma apocopada decimoprimer son más modernas pero igualmente correctas. La forma apocopada se reserva para los casos en los que el ordinal se coloca delante de un sustantivo masculino, incluso si existen otras palabras entre ellos. ¿Recuerdan aquello de mi primer gran amor?

En vez de estar gozando del uso de un adjetivo estaría rezongando durante un buen rato si hubiera leído acerca del *onceavo aniversario. Tremendo y frecuente arroz con mango en el que se confunden numerales ordinales y partitivos.

Si volvemos al uso correcto y hermoso de onceno disfrutaremos de esta tercera posibilidad, quizás la más frecuente en el español medieval y clásico, y que pervive con mayor vitalidad en estas orillas del español que en aquellas que lo vieron nacer. Las lenguas, como muchos de nosotros, cuando crecen guardan reminiscencias de sus años de infancia.